Me gusta y me duele como me tratas,
como si fuera una posibilidad en tu vida,
aunque sé que no soy más que un sueño
que se desvanece cada vez que abro los ojos.
Me hago la ilusión de un futuro contigo,
de que en algún rincón de tu corazón hay algo para mí,
y me aferro a esas pequeñas esperanzas,
como si fuéramos algo más que amigos,
aunque sé que eso es solo un refugio en mi mente.
Pero luego veo cómo miras a otras,
y el peso de la verdad me aplasta el alma.
Caigo en la realidad,
en la certeza de que nunca será una opción,
solo una sombra que se desvanece en tus interacciones.
Y al final, me siento utilizada,
como una figura pasajera en tu mundo,
un capricho, un instante que no importa.
Pero aún así, me quedo en el eco de tus palabras,
con la esperanza rota de lo que nunca seremos.
🪷~
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